Cuatro buenas ideas para cuidar de la salud de nuestra boca este verano

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Las vacaciones de verano traen consigo una explosión de éxtasis y alegría que, junto con el ansia por desconectar de la rutina conllevan algunos descuidos en la salud bucodental que pueden pagarse caros en la vuelta a las consultas de los dentistas. Para que no se de el caso en las próximas revisiones, os traemos una serie de recomendaciones para cuidar de la salud bucodental en verano, porque, aunque este refrán está bastante manido, en el fondo tiene mucha razón ya que: “Prevenir siempre es mejor que curar”

Para mantener una correcta salud durante el verano es necesario seguir las siguientes recomendaciones indicadas por los especialistas:

1.En verano las temperaturas aumentan considerablemente, incluso acercándose en algunas zonas de España a unas condiciones desérticas. Esta sensación de calor, además de notarse y sufrirse superficialmente también afecta a la salud bucodental creando la sensación de boca seca por lo que, para evitarlo, es fundamental mantenerse hidratado bebiendo una media de 2 litros o más de agua al día.

La hidratación puede ser doble si además obtenemos parte de esa agua que necesitamos a través de alimentos saludables como frutas y verduras, que refuerzan nuestro sistema inmunológico y, evitando productos que resecan nuestro paladar como el alcohol y el tabaco.

2. El segundo consejo consiste en reducir la elevada cantidad de azúcar que consumimos, ya de por sí excesiva en el resto del año y que se eleva al cuadrado en el verano debido a una mayor ingesta de bebidas carbonatadas, refrescos, helados y granizados los cuales superan los niveles de ácidos aconsejables dañando el esmalte y favoreciendo la aparición de caries.   

3. Cuanto más tiempo libre sumado a unas mejores condiciones climatológicas provoca que se realicen una cantidad más abultada de actividades deportivas (y algunas de ellas de alto riesgo). Por lo tanto, se deben usar protectores bucales si se realiza deporte de contacto como waterpolo, boxeo o karate entre otros, porque en vacaciones es cuando más traumatismos dentarios se producen -tanto en niños como en adultos-. En caso de fractura dental procederemos a conservar el diente en suero salino, agua o leche, y trasladarse hasta el dentista para que evalúe los daños.

4. Aunque nos relajemos física y mentalmente, no podemos bajar la guardia en este cambio de rutina con la higiene bucodental. Tenemos la obligación de cepillarnos, al menos, 2 veces al día. En el caso en el que no nos encontremos en casa y no dispongamos de cepillo de dientes podemos recurrir, de forma ocasional, a los chicles sin azúcar de xilitol, aunque cabe recordar que estos no sustituyen el deber del lavado de dientes.

Por último, un consejo extra, que en muchos casos pasa por desapercibido. Es de vital importancia, proteger los labios de la radiación solar con un fotoprotector adecuado para evitar que se quemen.