Descubre a qué se debe el mal aliento y cómo solucionarlo

El mal aliento, también conocido como halitosis, es uno de los problemas bucales más comunes y a la vez más incómodos para quienes lo padecen. En UCAM Dental, sabemos que muchos pacientes lo sufren en silencio porque sienten vergüenza al hablar de ello, pero la realidad es que en la mayoría de los casos tiene solución.

En este artículo, te explicamos por qué es tan importante comprender por qué aparece y qué podemos hacer para eliminarlo de manera efectiva.

¿Por qué aparece el mal aliento? 

La halitosis puede tener un origen diverso, y es fundamental conocerlo para abordar el problema de forma adecuada. La causa más habitual está directamente relacionada con la acumulación de bacterias en la boca. Estas bacterias se alimentan de restos de comida y componentes de la saliva, liberando compuestos que generan ese olor desagradable tan característico. Suele producirse cuando existe una higiene bucal insuficiente, pero también puede aparecer incluso en pacientes que cuidan su boca a diario, si hay algún factor adicional influyendo. 

La lengua es uno de los focos más frecuentes del mal aliento. Su superficie rugosa retiene bacterias, células muertas y restos microscópicos que, al descomponerse, generan mal olor. De hecho, muchos pacientes se sorprenden al descubrir que la lengua puede ser la principal responsable de su halitosis, y que simplemente cepillarla de forma correcta puede marcar una gran diferencia.

Otra causa habitual es la presencia de enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis. Cuando las encías están inflamadas o infectadas, las bacterias se multiplican por debajo de la línea de la encía y producen compuestos volátiles de azufre, los cuales tienen un olor especialmente fuerte. Este tipo de halitosis no desaparece con dentífricos o enjuagues, requiere un tratamiento periodontal profesional para eliminar la infección de raíz. 

La sequedad bucal también juega un papel importante. La saliva actúa como un limpiador natural, arrastrando bacterias y restos de alimentos. Cuando disminuye su producción, ya sea por estrés, medicamentos, respirar por la boca o determinadas enfermedades, las bacterias proliferan más fácilmente. En estos casos, la sensación de boca pastosa suele ser un indicador claro de que algo no va bien. 

Tampoco podemos olvidarnos de la influencia del aparato digestivo y las vías respiratorias. Aunque en menor proporción, algunas alteraciones estomacales, sinusitis, faringitis o infecciones respiratorias pueden causar mal aliento persistente. Por eso es fundamental realizar un diagnóstico completo que permita localizar el origen real del problema. 

¿Cómo llevamos a cabo el diagnóstico del mal aliento? 

El tratamiento adecuado depende siempre del diagnóstico, por lo que la visita a la clínica es determinante. Durante la valoración analizamos el estado de la boca en su conjunto: encías, dientes, lengua, mucosa oral y hábitos de higiene. Si observamos signos de enfermedad periodontal, caries o acumulación de placa, muy probablemente el origen esté ahí. También evaluamos la presencia de halitosis a través de succión oral y medición de compuestos específicos cuando es necesario.

Este diagnóstico nos permite diferenciar entre una halitosis originada en la cavidad oral, que es la más frecuente, y aquella que puede tener una causa externa. En este último caso, coordinamos al paciente con los especialistas adecuados para ofrecer una solución integral. 

¿Cómo se puede solucionar el mal aliento?

Como hemos comentado anteriormente, el tratamiento depende del origen del problema, pero siempre comenzamos por lo fundamental: devolver el equilibrio natural de la boca. Cuando el mal aliento se debe a la acumulación de placa o sarro, un tratamiento de higiene profesional suele ser suficiente para mejorar notablemente el olor. En estas sesiones eliminamos la placa bacteriana adherida a las encías y los dientes, y enseñamos al paciente una técnica de cepillado adaptada a su caso. 

Si existe enfermedad periodontal, es necesario un tratamiento más profundo que incluya raspado y alisado radicular. Este proceso elimina las bacterias acumuladas debajo de la encía, permitiendo que los tejidos se desinflamen y recuperen su salud natural. Los pacientes suelen notar una mejora muy significativa del aliento tras estabilizar la enfermedad. 

En los casos relacionados con la lengua, enseñamos al paciente a realizar una limpieza adecuada, ya sea con el cepillo dental o con limpiadores específicos. Este simple hábito puede marcar una diferencia enorme en la mayoría de casos.

Cuando el origen está relacionado con sequedad bucal, trabajamos en identificar su causa: medicamentos, hábitos respiratorios o alteraciones de las glándulas salivales. Según el diagnóstico, pautamos hidratación específica, productos estimuladores de la saliva o hábitos que mejoren el flujo salival. 

En situaciones en las que el problema es extraoral, derivamos al especialista correspondiente, pero acompañamos al paciente durante todo el proceso para asegurarnos de que encuentra una solución real. 

¿Se puede prevenir? La importancia de los buenos hábitos

Más allá del tratamiento, es fundamental incorporar una rutina de cuidado que permita mantener el aliento fresco a largo plazo. Una higiene completa (que incluya dientes, encías y lengua) es imprescindible. Las revisiones periódicas permiten detectar a tiempo cualquier problema que pueda favorecer la halitosis. Además, la hidratación adecuada, una alimentación equilibrada y evitar hábitos como el tabaquismo ayudan a mantener una boca más sana y fresca. 

En muchos casos, el mal aliento puede ser la primera señal de que algo está sucediendo en la boca. Prestar atención a estos indicios y acudir al odontólogo antes de que aparezca dolor o inflamación evita complicaciones mayores y facilita un tratamiento más sencillo y eficaz. 

La halitosis no es algo que haya que normalizar o esconder. Es un síntoma que merece ser atendido, y la buena noticia es que casi siempre tiene solución. En UCAM Dental tratamos este problema y muchos otros desde un enfoque profesional, personalizado y humano, con el objetivo de ayudarte a recuperar tu bienestar, tu salud y tu confianza. 

Si notas mal aliento persistente, molestias en las encías, o cambios en tu boca que te hacen pensar que algo no va como debería, lo mejor es realizar una valoración completa para detectar la causa y poner solución cuanto antes. 

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